TACHIRA, VENEZUELA (ACI).- El Obispo de San Cristóbal en Venezuela, monseñor Mario Moronta, denunció que las paredes de diversos templos de la diócesis amanecieron este miércoles 12 de abril con letreros ofensivos y mensajes “amenazadores contra los sacerdotes”. Estas amenazas se presentan en San Cristóbal, estado Táchira, a sólo 50 kilómetros de la frontera colombo-venezolana.
Mediante un comunicado de prensa, la Diócesis de San Cristóbal rechazó las amenazas y señaló que estos letreros, realizados “en la oscuridad de la noche reflejan la tenebrosa intención de quienes lo hicieron: sembrar confusión, miedo y provocar respuestas violentas”.
«Los sacerdotes de nuestra Diócesis de San Cristóbal no se amilanan ni sienten amedrentamiento ante esas inmorales amenazas. Al contrario, es una nueva oportunidad para reafirmar la configuración al Buen Pastor, quien da la vida por sus ovejas (cf. Jn 10,15)».
«Invitamos a toda la feligresía y a los hermanos de buena voluntad a que, sin dejar de orar por los sacerdotes, reafirmen su cercanía y amistad hacia cada uno de ellos«.
La Diócesis ha solicitado a las autoridades correspondientes una seria investigación para conocer el origen cierto de dichos mensajes y la aplicación de las sanciones respectivas de acuerdo al ordenamiento jurídico vigente.
Entre los letreros en las paredes se leía “muerte a los curas” y las siglas PSUV, del Partido Socialista Unido de Venezuela del presidente Nicolás Maduro.
El obispo venezolano dijo que “quienes se han valido de los muros de nuestros templos para ofender y amenazar de muerte a nuestros sacerdotes, son personas con sórdidos intereses y sin valentía”.
“Con ello no conseguirán sembrar miedo ni desesperanza en nuestros fieles y, mucho menos, en nuestros sacerdotes”, aseguró.
Al finalizar su mensaje, el obispo Moronta alentó a que durante la Semana Santa “podamos seguir profundizando en el misterio de la auténtica liberación, la del Cristo redentor quien con su muerte y resurrección nos da una vida nueva y llena de libertad. Para ello, contamos con la intercesión de María del Táchira, Nuestra señora de la Consolación”.