REDACCION.- Hasta este domingo 13 de abril, la tragedia en discoteca Jet Set había cobrado la vida de 231 personas. Aunque inicialmente se habían confirmado 226 víctimas, el deceso de cinco heridos en hospitales, entre ellos una ciudadana costarricense de 41 años, elevó la cifra total, según el Servicio Nacional de Salud (SNS).

Fin de identificación forense

Conforme avanzaron los días, las labores de identificación concluyeron. El ministro de Salud Pública, Víctor Atallah, anunció que todos los cuerpos fueron entregados a sus familiares tras dos jornadas y media de arduo trabajo en el lugar del siniestro. Según precisó, 221 personas murieron en la zona cero y 10 más en centros de salud.

Impacto visible desde el aire

Desde lo alto, el agujero en el techo de la discoteca aún muestra la magnitud del desastre. Equipos de aire acondicionado y plantas eléctricas permanecen entre los restos. El desplome ocurrió mientras el reconocido merenguero Rubby Pérez ofrecía un concierto.

Homenajes espontáneos

Durante el fin de semana, decenas de personas se acercaron a la zona cero. Con flores, fotos y velas, rindieron homenaje a los fallecidos. Frente a la entrada de la discoteca, se observó incluso una bandera venezolana, símbolo de la diversidad de nacionalidades entre las víctimas.

Dolor internacional

Entre los muertos hay dominicanos residentes en el extranjero, como los padres de Esther López. Ella llegó desde Nueva York en busca de sus progenitores fallecidos, Gloria y Homero García. “Vinieron a disfrutar su retiro, pero se encontraron con la muerte”, expresó. Su testimonio resume la desesperación de decenas de familias que aún claman respuestas.

Testimonio estremecedor

Patricia Ovalles, sobreviviente, relató con la voz quebrada cómo estuvo seis horas bajo los escombros. “Vi una bolsa azul salir del techo… y todo colapsó”, narró. Rubby Pérez, quien también notó la presencia de polvo antes del derrumbe, intentó continuar cantando, pero no logró sobrevivir.