HOUSTON, EEUU.- El mariscal de campo Tom Brady lideró la mayor remontada en la historia de un partido de Super Bowl luego de tener desventaja de 25 puntos y llevó a los Patriots de Nueva Inglaterra a un triunfo por 34-28 sobre los Falcons de Atlanta en el tiempo extra.
Los Patriots anotaron 19 puntos en el último cuarto, incluyendo un par de conversiones de dos puntos, una realizado por el nativo de Houston, el receptor abierto Danny Mandiola, y otra del corredor James White, que forzaron el tiempo extra y conseguir el título de la edición 51 del Super Bowl.
En un encuentro que quedará para los anales del football, los New England Patriots se han impuesto en una épica final a Atlanta Falcons tras ir perdiendo por 25 puntos para protagonizar la mayor remontada en la historia de la Super Bowl.
Tom Brady había capitaneado tres remontadas después de ir perdiendo por 21 puntos en su carrera, ninguna en los playoffs, pero su mayor obra de arte ha quedado para la edición número 51 de la Super Bowl que supone además su quinto anillo, rompiendo el empate que tenía con el también mítico Joe Montana.
Sin embargo, a pesar de las heroicidades del 12 de los Patriots, difícilmente se podría haber conseguido sin la actuación de un memorable James White, que ha sido un tormento para la defensa de los Falcons, por vía terrestre y, sobre todo, aérea, con 139 yardas totales en ambos conceptos y lo más importante, tres touchdowns e incluido el del triunfo.
Tampoco nos olvidamos de las prodigiosas capturas de un maravilloso Julian Edelman o de las fulgurantes apariciones de Danny Amendola o Martellus Bennett.
Tremendos abucheos para Roger Goodell a la hora de entregar el trofeo a Robert Kraft y rugido de alegría cuando el propietario de New England levanta el vince Lombardi.
Cuarto MVP para Tom Brady, que también rompe el empate que tenía con Joe Montana. Son 466 yardas y dos touchdowns, incluido un drive para acabar el tiempo regulado y otro para iniciar la prórroga, que serán reproducidas una y otra vez por siempre y para siempre.