SANTO DOMINGO, R.D.– El diseñador dominicano que reinventó la chacabana, Tony Boga; narró cómo pudo fusionar el estilo tradicional de guayabera con la calidez de los colores tropicales, innovar en la colocación de sus partes mediante la artesanía, que, tan perfecta esencia impregnó bajo su marca comercial, que, en la actualidad es marca-país.
Desde el corredor olímpico dominicano, Félix Sánchez; Vladimir Guerrero, pelotero dominicano en el Salón de la Fama, políticos, artistas, diplomáticos, los desfiles de atletas en los Juegos Centroamericanos en ciudad de México, en los Panamericanos en Toronto hasta los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro, han vestido con el icono embajador de la dominicanidad.
Originalmente, esta prenda de vestir masculina tenía tonalidades pasteles y el clásico color blanco, además, de que el diseñador le añadió entallado, y es que el patrón siempre fue cuadrado. Dentro de lo moderno la chacabana es exhibida en la Primera Comunión, en el Bautismo, la boda, inauguración, actividades sociales, “cerca de un 70% asiste a los eventos con chacabana”.
Un artesano motorizó la “chacabana Tony Boga”:
El afamado artista de la moda inició en el mundo de la moda en 1990. Inicialmente, su escenario creativo resultó ser el garaje de su residencia en Santo Domingo Este, espacio oportuno para un primer cliente que le demandó la confección de una chacabana y, se asistió de un artesano en corte y telas quién diseñaba con exactitud las partes distintivas de la reconocida guayabera, “él tenía mucho dominio para medir en simetría”.
“Cuando él la hizo me impresionó tanto verla terminada, ese proceso de cómo la confeccionaba, se quemaba las manos con la plancha, como medía a pesar de ser iletrado, los bolsillos. Él era tal cual arquitecto que diseñaba edificios. Entonces, llamó mi atención y dije debo lanzar esta prenda que es muy artesanal”, recordó.
La chacabana es una pieza de vestir que aporta elegancia y porte, y es por eso que, su confección no permite errores con el centímetro, el patronaje ni menos el planchado, es un trabajo que se basa en la exactitud, la delicadeza y sobre todo, si no cumple estos estándares sería una mala y barata copia del atuendo.
Rediseña y hace ajustes auténticos:
“En el 2005 experimenté algo maravilloso como popularizar la chacabana en este país, pues, la chacabana viene de muchos años atrás, pero la rediseñé atándolo solo dos bolsillos en el pecho y le quité los bolsillos que llevaba más abajo, los colores. La llevé al estilo Fashion con un aire más moderno”, admitió.
Al proyecto de negocios, también, se unió su hijo Andrews; quien estudió en Orlando, Florida, Diseño Gráfico y le produjo y realizó un audiovisual junto a una sesión fotográfica para la chacabana, “y al salir la publicidad en televisión fue grandioso porque tuvimos un pedido que sobrepasó las 100 unidades en una semana. Esto motivó a reinventar más prendas”.
“Mi trabajo de los diseños con la chacabana ha dejado huellas, actualmente, están dando sus frutos a miles de hombres y mujeres, sastres y artesanos que viven por la reinvención de hace 17 años. Por la chacabana hay muchos sastres que viven bien y acomodados, asimismo, se está industrializando la chacabana”, explicó.
Sobre la competición de la moda aclaró que es el mundo su propio desafío y que se debe defender lo que un dominicano crea en su país.
El folklore esencia de la chacabana:
El extinto Fradique Lizardo y Dagoberto Tejada, reconocidos folkloristas dominicanos afirmaron que el origen de la chacabana reside en Baní, datos respaldados por el historiador Euclides Gutiérrez Félix quien aseguró que esa forma de vestir nació en República Dominicana y luego, fue llevada a Cuba por Máximo Gómez, independentista dominico-cubano.
Igualmente, los hermanos dominicanos, Luis Félix Marcano, Modesto Díaz y Dionisio Gil fueron a la guerra de independencia con este garbo para la época donde no existía quien pudiera ser llamativo, excepto los generales y sus seguidores montados a caballo, y así fue como la popularizaron, “se conoce como guayabera y es 100% dominicana”.
Es una prenda elegante que representa, pura arte y que posee una identidad con su belleza propia, “es ideal para el trópico y el Caribe”. Por tradición, la gente de los pueblos es asidua a imitar o usar la ropa y ciertos aditamentos de sus líderes, sin embargo, fue en Montecristi donde se confeccionó la primera chacabana.
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