SANTO DOMINGO, R.D.– Agentes de la Policía Nacional dispersaron a bombazos, culatazos y choques eléctricos este martes en la mañana a un grupo de jóvenes manifestantes del movimiento verde que intentaban instalar un campamento frente a la Procuraduría General de la República (PGR), para esperar el momento en que se den a conocer los nombres de los sobornados por Odebrecht.
Algunos de los manifestantes dìjeron que los agentes policiales les empujaron, golpearon, lanzaron bombas lacrimógenas, dieron shocks eléctricos y arrestaron a por lo menos cuatro protestantes y a empleados de la empresa que les rentó e instalaría la carpa.
Según denunció Jesús Adón, uno de los organizadores de la iniciativa, los miembros de las fuerzas de seguridad actuaron de forma represiva contra los manifestantes, que se disponían a montar la carpa frente a las dependencias de la PGR.
El dirigente social Jesús Adón denunció que fueron llevados detenidos por los policías los compañeros Raysa de León, Pablo Esteves, Gabriel Sánchez, José Silverio, Manuel Cuevas, entre otros.
Los manifestantes habían cumplido con los protocolos para este tipo de actividad. El pasado viernes 12 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos había enviado comunicaciones al Ministerio de Interior y Policía y a la Alcaldía del Distrito Nacional. Ambas comunicaciones fueron mostradas al coronel Carlos Tapia Quezada, pero el oficial dijo que en ese lugar no se instalarán.
Por ese motivo, hacen responsables de esa “represión” al ministro del Interior y Policía, Carlos Amarante Baret, y al presidente Danilo Medina. Afirman que a pesar de las actuaciones policiales en su contra piensan permanecer en vigilia frente a la sede de la PGR hasta que se haga pública la información sobre los implicados en el caso.
Por su parte, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Manuel María Mercedes, señaló que la actividad pacífica que los activistas pretendían llevar a cabo “es un derecho constitucional”, denunció la actitud represiva de la Policía, y advirtió de que “no vamos a renunciar a esta actividad.
Los legisladores querían explicaciones sobre los motivos que tuvieron los funcionarios de seguridad minutos antes para rociar con gases químicos a un grupo de jóvenes. Cuando los legisladores intentaron ingresar al edificio de la PGR, los policías cumplieron al pie de la letra la orden que les había dado el coronel Tapia.
Por su parte el ministro de Interior y Policía justificó la represión policial contra los jóvenes en frente de la porque impedían el “libre tránsito”