El Cantante de música urbana Antonio Peter de La Rosa, mejor conocido como «Omega El Fuerte» organizó una cena en donde compartió con los reclusos del recinto penitenciario de La Victoria.
SANTO DOMINGO. El cantante de música urbana Antonio Peter de la Rosa, quien es mejor conocido como Omega El Fuerte, realizó el pasado domingo una comilona de despedida en el recinto penitenciario de La Victoria donde cumple condena tras admitir golpear a su expareja Sahira Valerio en presencia de sus hijos.
La pena de Omega, quien fuera sentenciado a cinco años de prisión, de los cuales cuatro años y cuatro meses están suspendidos, vence este 23 de noviembre, y desde antes de su libertad el hombre ha comenzado a promocionarse. Los precios por presentación en Santo Domingo rondan los 300 mil pesos, mientras que en el interior del país a 400 mil pesos, según anuncia el artista a través de su cuenta de Instagram.
En tanto que en Estados Unidos el precio de presentación es de 40,000 a 50,000 dólares.
De hecho, la cuenta de Omega en Instagram se ha mantenido activa durante el cumplimiento de la pena.
En su “última cena” en el recinto penitenciario, Omega El Fuerte aparece con su promotor artístico y otros amigos, con quienes degusta mariscos y chicharrón.
Evidentemente Omega y sus representantes no han tomado en cuenta la apelación por parte de la Fiscalía del Distrito Nacional al acuerdo alcanzado entre el artista y Sahira Valerio. El Ministerio Público apeló la sentencia de homologación del acuerdo entre el cantante y su expareja tras el tribunal modificar el monto de la multa a pagar al Patronato de Mujeres (Pacam). El Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional impuso 5,000 pesos de multa rechazando los 300,000 acordados entre Omega y la Fiscalía.
Los cuatro años y cuatro meses de suspensión de la pena fueron acordados bajo la condición de que “El Fuerte” deberá someterse a la vigilancia y supervisión del Centro de Intervención Conductual para hombres, no abusará del consumo de bebidas alcohólicas, no viajará al exterior sin autorización judicial, y no portará armas de ningún tipo durante cinco años.
Además deberá realizar 120 horas de trabajo de utilidad pública o interés comunitario, un curso de inteligencia emocional y abstenerse de molestar, intimidar, amenazar o agredir a la víctima.