FUERZA NACIONAL PROGRESISTA / Pelegrin Castillo
La Fuerza Nacional Progresista mediante la presente declaración pública fórmula su posición sobre el pernicioso y extendido fenómeno de la corrupción transnacional cuya muestra última y más grave en la República Dominicana y el continente es el Caso Odebrecht, abierto en Brasil en ocasión de la extensa investigación judicial Lava Jato:
1. Saludamos que la ciudadanía se movilice, en orden y por todos los medios a su alcance, como señal de protesta enérgica contra la corrupción y la impunidad.Es necesario que los ciudadanos reclamen con vigor sanciones para todos aquellos qué hayan comprometido su responsabilidad penal por la comisión de infracciones tipificadas genéricamente como actos de corrupción. La marcha convocada para el próximo día 22 de Enero debe ser realizada como expresión ciudadana espontánea,- sin interferencias de los partidos políticos ni de grupos con intereses especiales-, con la participación de todas aquellas organizaciones intermedias de la sociedad que estén dispuestas a asumir un autentico compromiso de luchar con coherencia contra ese mal que depreda a las naciones del continente y el mundo, y debilita severamente las instituciones democráticas.
2. Ante la magnitud e implicaciones continentales del Caso Odebrecht se presenta la oportunidad de marcar un punto de inflexión en la lucha contra la corrupción transnacional y la impunidad que la protege y estimula. Es preciso reclamar de las autoridades nacionales proceder en el sentido siguiente: a) Requerir de las autoridades de EUA y Brasil, las confesiones y documentos sobre pago de sobornos, procediendo a realizar los encauzamientos correspondientes; b) Investigar la ejecución de los contratos de construcción de obras en orden a establecer posibles sobrevaluaciones ilícitas; y c) Examinar los términos con que fueron pactados los empréstitos brasileños dirigidos a financiar las obras de la empresa constructora. Esas pesquisas y diligencias deben tener por objetivo la restitución de los recursos conculcados o disipados, por lo que estimamos necesario acordar con las autoridades brasileñas y de la propia empresa las formas y montos del resarcimiento. Es preciso esclarecer además cómo las prácticas de corrupción transnacional en este y otros casos similares han contribuido al incremento de la deuda externa. Para prevenir o restringir la ocurrencia futura de casos similares, el Congreso Nacional debe designar una Comisión de Expertos independientes de gran credibilidad que proponga reformas en ese sentido.
3. Exhortamos a las autoridades de EUA y Brasil a no instrumentalizar o mediatizar la lucha contra la corrupción transnacional como recurso para obtener objetivos en otras agendas, en las que la soberanía, autodeterminación e integridad de la nación resulten lesionadas. Formulamos la advertencia en atención a experiencias anteriores en las que casos importantes de corrupción, narcotrafico o lavado de activos han sido enterrados cínicamente a cambio de concesiones de diversa índole, incluida, una gestión de las relaciones insulares y internacionales contraria a los intereses permanentes de de la nación dominicana.
4. La ciudadanía debe tomar conciencia que este caso tan relevante se produce por la existencia de estructuras y cultura de corrupción e impunidad con profundas ramificaciones en los sectores público y privado, nacional y extranjero. Además, es importante retener que la denuncia y persecución de ese caso se efectúa en un contexto de fuertes contradicciones geoestrategicas entre bloques de potencias y grandes empresas a escala continental y global. Resulta imprescindible que los esfuerzos de esclarecimiento y sanción no se limiten a ventilar los casos substanciados por la Operación Lava Jato , sino muchos otros no menos graves que han sido objeto de denuncias serias y bien fundamentadas. Entre esos otros casos queremos citar tanto el sometimiento realizado por el Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas ( Fonper) por defraudaciones contra el Estado perpetrado por grandes empresas eléctricas así como las denuncias del gobierno británico sobre sobornos exigidos a la empresa constructora de acueductos Bywater . Sobre este respecto, es preciso recordar que nuestra organización, al través de su Presidente y líder, ha formulado en los últimos años reiterados llamados a las autoridades competentes para que actúen en consecuencia.
5. Es propicia la ocasión para recordar, además, que la representación de nuestra organización en el Congreso aprobó en él año 2008 una importante Resolución sobre la Convención de OCDE relativa a Pagos de Sobornos a Funcionarios Públicos Extranjeros en Operaciones de Comercio Exterior. Asimismo, queremos evocar la propuesta que formulamos en el proceso de Reforma Constitucional para la adopción de una mejor regulación para la aprobación, gestión y fiscalización de los empréstitos públicos, que lamentablemente fue rechazada por los asambleístas de las demás fuerzas políticas. Muchos de los contenidos de ambas iniciativas tienen plena vigencia, en especial, los relacionados con la necesidad de revisar, racionalizar y reducir la deuda externa asociada a operaciones fraudulentas, así como para mejorar en el porvenir los términos y procedimientos de su contratación y ejecución.
6. Finalmente, se impone reflexionar sobre las condiciones que hacen posible la existencia de estructuras y cultura de corrupción e impunidad, así como sobre sus efectos disolventes del orden social y de la soberanía e integridad de la nación. Existe una estrecha relación entre corrupción y monopolios. Entre corrupción y discrecionalidad. Entre corrupción y falta de transparencia. Entre corrupción y crisis de los valores trascendentes. Los procesos de corrupción se potencian a nivel nacional por su articulación con la corrupción transnacional, lo que a la vez va de la mano con la expansión de una «economía canalla » de lucro fácil y consumo suntuoso, que provoca una falsa ilusión de progreso; así como niveles más alto de desigualdad y exclusión social, de violencia y criminalidad. La corrupción es como el Sida de los Estados que rompe sus sistemas de defensa y propician su colapso y liquidación. Lo que está aconteciendo debe movernos a reflexión profunda: tomemos conciencia de que la preservación de la existencia de la nación y sus mejores posibilidades de desarrollo dependen en gran modo de la honestidad e integridad de sus clases dirigentes.