JIMA ABAJO, LA VEGA.– A pesar de que han transcurrido dos meses de emitirse una orden de arresto contra el padre de dos menores de edad de 11 y 13 años, que abusó sexualmente de ellas, y de cuya la relación incestuosa la mayor tiene 9 meses de gestación. Las autoridades policiales aún no han dado con su paradero.
Aún permanece prófugo de la justicia, el padre de dos menores de edad de las que abusaba sexualmente y fruto de la incestuosa relación, la mayor de las niñas está a punto de dar a luz una bebé. La madre las infantes dice que la Policía no ha iniciado ni siquiera las labores de búsqueda pese a que fue emitida una orden de arresto contra el abusador, hace dos meses.
A la niña de trece años, en pocos días le harán una cesárea, pero no goza de un buen estado de salud, tiene anemia crónica y el hierro que le indicaron no lo puede comprar por falta de recursos económicos.
El hombre que un día la cargó en sus brazos, se convirtió en el verdugo que teniéndolas bajo su cuidado durante seis meses, las violó y les provoco daños irreparables. Las adolescentes dicen, que éste las amenazaba con quitarle la vida a su madre si les contaban y las embriagaba para inhibirlas.
Narran que la familia paterna sabía del hecho aberrante y no decían nada del hombre que además, cuando se enteró del embarazo de la niña mayor, intentó atentar contra la criatura.
Según informó la madre de las niñas, de quien se omite la identidad por razones legales, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI) investigó e interrogó a las menores, quienes confesaron que su padre abusaba de ellas durante los últimos 10 meses.
En el municipio de Jima Abajo, hay varios casos de incesto según nos cuentan comunicadores locales, pero los parientes han decidido no hablar sobre ello y no emprender acciones legales.
A las adolescentes abusadas que cursan el quinto grado de básica, un grupo de jóvenes que forman parte de un proyecto piloto, iniciativa de la vicepresidencia de la República, les están brindando acompañamiento psicológico y les están ayudando para su reinserción a las aulas.
La progenitora aseguró que las niñas estaban viviendo con el padre durante los últimos 6 meses y que cuando ella iba a visitarlas reaccionaban distantes y les daban la espalda.