SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La madrugada de este viernes, el procurador adjunto Wilson Camacho aseguró que el Ministerio Público posee todas las evidencias de las confesiones realizadas durante el conocimiento de la medida de coerción del caso Coral por el imputado mayor ERD, Raúl Alejandro Girón Jiménez, quien expuso al tribunal, en forma  amplia y detallada, cómo operaba la red de corrupción que distrajo millones de pesos de los contribuyentes.

Durante la audiencia que se conoce en la Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional, una participación muy poco usual en medidas de coerción, Raúl Alejandro Girón Jiménez hizo uso de su derecho a declarar, en la que admitió su responsabilidad en el caso y dijo que no podía esconder la verdad.

 Imputado Raúl Alejandro Girón Jiménez, mayor ERD

Aceptó toda la acusación del Ministerio Público y se­ñaló que el coronel Núñez de Aza dirigía la parte fi­nanciera de la red.

Girón Jiménez expuso con lujos de detalle cómo operaba la red delictiva cuya principal cabeza era el mayor general Adán Cáceres Silvestre, luego el cerebro financiero de la red, el coronel Rafael Núñez y a la pastora Rossy Guzmán Sánchez, así como las acciones ejecutadas de manera particular por cada uno de los imputados y las maniobras utilizadas para desfalcar al Estado con el manejo fraudulento de las nóminas de entidades castrenses. Agregó que esto no es nada en comparación con lo que sucede fuera de esta sala.

Durante su intervención, Girón Jiménez explicó cómo desarrollaban sus actividades delictivas en el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) y del Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep), principalmente con el abultamiento de la nómina, así como sobre las operaciones que llevaban a cabo para adquirir una gran cantidad de bienes muebles e inmuebles, vehículos de lujo y propiedades en diferentes lugares del país.

De manera específica se refirió al rol dentro de la red que ejercía el mayor general  Cáceres Silvestre y La Pastora, con maniobras que desarrollaban, según dijo, a través del coronel policial Rafael Núñez de Aza.