La Banda Colorá operó en República Dominicana a principio de la década de los años 70 y fue desmantelada solo después que hizo correr ríos de sangre y convirtió el país en una tumba inmensa.
SANTO DOMINGO, RD.- Murió este viernes en su residencia a la edad de 97 años el mayor general (r) Enrique Pérez y Pérez del Ejército Nacional, quien fuera en tres ocasiones jefe del Ejército Nacional, secretario de Estado de las Fuerzas Armadas en el gobierno provisional de García-Godoy; posteriormente durante los convulsionados doce años del expresidente Joaquín Balaguer fue jefe de la Policía Nacional en dos ocasiones.
A Pérez y Pérez se le atribuye además, la creación del denominado Frente Democrático Anticomunista y Antiterrorista conocido como la “Banda Colorá”, un organismo represivo que persiguió a jóvenes estudiantes y opositores al régimen de Joaquín Balaguer y que se le atribuye haber matado a cientos de jóvenes.
“La Banda” fue integrada bajo la orientación de la embajada de los Estados Unidos, y el Grupo Consultivo y Asesoramiento Militar conocido como MAAG.
La Banda Colorá operó en República Dominicana a principio de la década de los años 70 y fue desmantelada solo después que hizo correr ríos de sangre y convirtió el país en una tumba inmensa. Balaguer quiso lavarse las manos, designando en sustitución de Pérez y Pérez al general Ney Nivar Seijas.
Ese grupo criminal estaba liderado por el ingeniero Ramón Pérez Martínez, alias Macorís y el teniente policial Oscar Núñez Peña, quien luego supuestamente se suicidaría dándose un tiro por la boca.
En 1978, Balaguer fue desalojado del poder tras ganar las eleciones el Partido Revolucionario Dominicano. A su regreso al gobierno, en el año 1986, Balaguer premió al ex jefe de La Banda, Pérez Martínez (Macorís), con grandes contratos para la construcción de obras de infraestructuras, entre estas la avenida México, en el Distrito Nacional.
En la madrugada del 9 de octubre de 1971 el barrio 27 de Febrero fue visitado por una patrulla policial, llevándose a cinco jóvenes, justamente cuando regresaban de un colmado de comprar velas para colocarlas en el ataúd del velatorio de uno de los miembros del Club Héctor J. Díaz. Más tarde los cuerpos sin vida y mutilados de los cinco muchachos: Radhamés Peláez Tejeda, Rubén Darío Sandoval, Víctor Fernando Checo, Reyes Florentino Santana y Gerardo Bautista Gómez aparecieron cobardemente asesinados.