SANTO DOMINGO (END).– A cuatro días del paso del huracán María por las costas de la República Dominicana, las  autoridades aún no podido han evaluar los daños causados por el fenómeno a la agropecuaria nacional, debido a las inundaciones que se registran en zonas altamente productivas.

No obstante, en visitas por las provincias de El Seibo, Duarte (Bajo Yuna), Samaná, María Trinidad Sánchez y Montecristi, entre otras, las autoridades locales, agricultores y líderes comunitarios han manifestado que las pérdidas han sido cuantiosas.

El ministro Administrativo de la presidencia, José Ramón Peralta, también ha señalado que en la zona norte hay áreas arroceras, ganaderas y de bananos “con grandes inundaciones”.

A su paso por país, el fenómeno atmosférico dejó estragos en plantaciones de plátanos, guineos, cacao y otros cultivos menores o de ciclos cortos, lo que ha generado preocupación, especialmente, a pequeños productores que dependen básicamente de la actividad agrícola.

En el caso de línea noroeste, especialmente en la zona de Palo Verde, Montecristi, sus cultivos están siendo seriamente afectados por el desbordamiento del río Yaque del Norte.

El gobernador de la provincia, Marcelo Cordero, dijo que las pérdidas en la agropecuaria son significativas, pero que aún no se pueden cuantificar  debido a que  el río se sigue desbordando y generando inundaciones en los terrenos cultivables y zonas urbanas.

“Las zonas de Palo Verde, Castañuelas y Guayubín se mantienen inundadas, por lo que miles de familias se han tendido que se desplazadas”, manifestó el funcionario provincial.

En el otro extremo, en El Seibo, la situación no es menos preocupante, tanto por los daños a las viviendas como a la agricultura.

Sus autoridades califican la situación de crítica, por los daños causados por los vientos y el desbordamiento de río Soco, especialmente en el municipio cabecera (El Seibo) y Miches.

El gobernador de esta provincia, Geraldo Casanova, afirmó que en lo que respecta a la agricultura los efectos del fenómeno fueron un “desastre total”.

Adelantó que los daños rondan entre el 90 al 95 por ciento. “La agricultura se fue al suelo toda, aquí no hay plátano, guineo, yuca, mango ni aguacates, por los fuertes vientos y las lluvias que se registraron”, dijo.