Ya el patronato que crearon los comunitarios no funciona, el Ayuntamiento no asume su rol, el dirigente Roberto Abreu, quien capitaliza todas las luchas de las que forma parte, argumenta que no le entregará al alcalde Junior Santos… Esta es la triste realidad de un interesante proyecto que nació a partir de la necesidad de los moradores del municipio de Los Alcarrizos, del cual ellos mismos fueron los gestores y defensores, pero que en el tiempo se fue debilitando y contaminando.
LOS ALCARRIZOS (EL CARIBE).– El Cementerio Municipal de Los Alcarrizos, que en principio fue un terreno tomado por los residentes para dar sepultura a sus relacionados muertos y posteriormente asumido por el cabildo para acondicionarlo, hoy está abandonado, repleto de hierba y vacas.
Anteriormente el alcalde de Los Alcarrizos, Junior Santos, entregó una funeraria municipal por el valor de inversión de 13 millones de pesos, sin embargo, el municipio no cuenta con un cementerio digno y organizado. Por tal razón, los residentes claman la construcción y ornato del cementerio actual que se encuentra en condición vulnerable, deplorable e insegura.
Las reses deambulan por el lugar y caminan por encima de las tumbas con vicios de construcción, además de las que se encuentran profanadas por individuos que según los visitantes utilizan los restos humanos para asuntos indecorosos. También por encima del camposanto existe una línea y torres de alta tensión eléctrica, cuestión que representa un peligro para quienes van allí a visitar a sus familiares y amigos o el momento del entierro. En el cementerio improvisado se encuentran unos 562 cadáveres. El costo para la construcción de los nichos oscila entre los RD$10,000. Los residentes de Los Alcarrizos lamentan las condiciones en las que dejan a sus “muertos”, expuestos a una situación de calamidad y desamparo.
Por la naturaleza del cementerio después de las seis de la tarde nadie puede visitarlo porque se convierte en una zona de completa penumbra y solitario, presuntamente utilizado por delincuentes para hacer fechorías o “local” para el comercio ilícito de drogas.
“Ahora estamos trayendo un familiar al cementerio y es primera vez que lo visito como es nuevo pero las condiciones que puedo observar son bastante deplorables, el síndico Junior Santos ofreció mejorar las condiciones”, a elCaribe Rosa Pilarte.