Washington, 10 dic (EFE).- La CIA ha llegado a la conclusión de que Rusia intentó ayudar a Donald Trump a ganar las elecciones presidenciales de noviembre, dado que lanzó ciberataques contra las sedes de los dos principales partidos pero solo sacó a la luz la información sobre los demócratas y no la de los republicanos.
Las conclusiones de las agencias de inteligencia de EE.UU., publicadas hoy por varios diarios, generaron reacciones encontradas en Washington: el equipo de transición de Trump las puso en duda, mientras que algunos senadores se indignaron y el partido republicano negó que sus sistemas hubieran sido atacados.
«La comunidad de inteligencia ha concluido que el objetivo de Rusia era favorecer a un candidato y no a la otra, es decir, ayudar a Trump a resultar elegido. Ese es el consenso» entre las distintas agencias, dijo un funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, al diario The Washington Post.
La CIA ha identificado a personas relacionadas con el Gobierno ruso que proporcionaron a la organización WikiLeaks miles de correos electrónicos pirateados del Comité Nacional Demócrata (DNC) y del equipo de campaña de la candidata de ese partido a la Presidencia de EEUU, Hillary Clinton, según informa el rotativo.
En octubre, el Gobierno de Barack Obama acusó oficialmente a Rusia de estar detrás de los ataques contra el partido demócrata, pero hasta ahora no había aclarado si consideraba que el objetivo expreso de Moscú era ayudar a Trump o simplemente quería generar desconfianza en el proceso electoral estadounidense.
Ni la CIA ni la Casa Blanca han hecho comentarios sobre la información del Post y Trump tampoco se ha pronunciado, aunque su equipo puso en duda las conclusiones de los agentes de inteligencia.
«Esta es la misma gente que decía que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva (en Irak). La elección terminó hace mucho tiempo con una de las mayores victorias en el Colegio Electoral de la historia. Ha llegado el momento de seguir adelante», indicó el equipo de Trump en un breve comunicado el viernes por la noche.
El presidente electo ha asegurado en varias ocasiones que no cree que Rusia «interfiriera» en el proceso electoral y esta semana argumentó en una entrevista con la revista Time que los ciberataques contra el partido demócrata «podrían provenir de Rusia, pero también de China, o de un tipo en su casa en Nueva Jersey (EE.UU.)».
Además, el diario The New York Times dio hoy una vuelta de tuerca a la información publicada por el Post, al asegurar que la conclusión de las agencias de inteligencia se basa en parte en el descubrimiento de que los rusos no solo atacaron los sistemas informáticos del partido demócrata, sino también del republicano.
El rotativo asegura, citando a funcionarios estadounidenses, que Rusia lanzó ataques la pasada primavera boreal contra los sistemas informáticos del Comité Nacional Republicano (RNC) además de contra los del demócrata, algo que hasta ahora no se sabía.
La duda está en por qué los datos del Partido Republicano no salieron a la luz, como sí ocurrió con los del demócrata.
Una investigación del FBI concluyó que los intentos rusos de penetrar en los sistemas del partido que lidera Trump no fueron exitosos, pero no todas las agencias de inteligencia estadounidenses comparten esa conclusión, por lo que existe la posibilidad de que Rusia sí consiguiera documentos pero decidiera no publicarlos.
El director de Comunicaciones del RNC, Sean Spicer, negó hoy rotundamente que los documentos de su partido fueran pirateados y aseguró que había ofrecido al diario neoyorquino «pruebas concluyentes» de que eso no ocurrió y el rotativo las ignoró.
«Ellos (el New York Times) han escrito que la conclusión a la que llegaron (las agencias de inteligencia) se basó en parte en que el RNC también fue pirateado. No fue pirateado», insistió Spicer en declaraciones a la cadena de televisión CNN.
Las conclusiones de las agencias de inteligencia estarán incluidas en un informe que Obama ha pedido que se le entregue antes de abandonar el poder el próximo 20 de enero, para tener una idea más clara de las dimensiones de los ataques rusos para influir en las elecciones y aconsejar apropiadamente a Trump.
Varios líderes republicanos del Senado, entre ellos Lindsey Graham y John McCain, ya habían pedido antes de conocerse esta información que se iniciara una investigación sobre la supuesta intromisión rusa en las elecciones estadounidenses.
El que a partir de enero será el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, se sumó hoy a esa corriente al asegurar que reclamará «una investigación en el Congreso para llegar al fondo de esto». EFE
Por Lucía Leal