MOSCÚ — Un avión militar ruso Tu-154 con 92 personas a bordo que se dirigía a una base militar Siria se estrelló en las aguas del mar Negro, minutos después de despegar del aeropuerto del Sochi (sur de Rusia), sin que horas después de iniciadas las operaciones de búsqueda se hayan encontrado supervivientes.
Un avión Tu-154 del Ministerio de Defensa de Rusia que se dirigía a Siria se estrelló el 25 de diciembre en el Mar Negro, a tan solo 1,5 km de la costa.
Se ha confirmado que no hay supervivientes entre los 92 pasajeros, incluidos los 68 miembros den Ensamble Aelxandrov, nueve periodistas y ocho miembros de la tripulación. Hasta el momento el Ministerio de Emergencias ha encontrado siete cuerpos.
«Como expresión de duelo por los fallecidos y pésame para sus familiares y allegados, dispongo que el 26 de diciembre sea declarado día de luto en la Federación Rusa», consta en el decreto presidencial de Vladírmir Putin, que ha establecido una comisión de investigación bajo su control personal.
Hasta el momento se barajan tres hipótesis sobre el accidente.
1. Error técnico
Según Víktor Gorbachov, director de la Asociación Civil de Aviación Aeroflot, es posible que el avión sufriera un error técnico.
«Algo debía estar mal con los motores. Todavía no lo sabemos y es difícil hacer especulaciones, si fue un problema de combustible o un error en el motor… El despegue es el momento más difícil. El avión no tenía la fuerza suficiente y cayó en picado”, dijo el experto.
2. Error humano
El capitán Román Volkov era un piloto de primera categoría con más de 3.000 horas de vuelo, explican en el Ministerio de Defensa.
“La tripulación era una de las más experimentadas. Estuvieron a cargo del transpore de aviones Su-30, Su-35 y Su-24 a la base de Jmeimim en Siria”, declaró una fuente al diario Izvestia.
En cualquier caso, los investigadores consideran el error humano como una de las principales hipótesis para explicar la causa del siniestro.
3. Ataque terrorista
Algunos expertos han señalado las similitudes entre el accidente del Tu-154 y el del Airbus 321-231 que en octubre de 2015 se siniestró en la península del Sinaí.
En aquella ocasión los terroristas colocaron una bomba en la cola del aparato, entre las maletas. Unos 20 minutos tras el despegue el avión explotó y se desplomó desde las alturas.
En esta ocasión la tragedia tuvo lugar siete minutos después del despegue.