Por Alexander Diaz
El día de hoy amanecimos con la noticia de que el Presidente de Haiti Jovenel Moïse fue masacrado durante la madrugada por un grupo bastante bien armado y entrenado.
La pregunta es ¿por qué ocurrió esto?
Realmente al día de hoy no se sabe pero podemos inferir algunas cosas.
Haití es el único país del hemisferio occidental que no ha vacunado a ninguno de sus habitantes. Esto a pesar de que fue incluido en la iniciativa Covax impulsada por la OMS. Esta iniciativa consiste en otorgar a precios preferentes vacunas a los países más pobres del mundo.
Sin embargo el gobierno haitiano inicialmente rechazó esta oferta. La razón fue que no querían recibir la vacuna que les ofrecía la OMS que era la de AstraZeneca.
El director general del Ministerio de Salud de Haití dijo que ellos en ningún momento rechazaron la oferta de la OMS sólo pedían que les cambiaran la vacuna. Argumentaban que la población tenía temor de recibir una vacuna que inicialmente fue prohibida en varios países de la Unión Europea.
El nuevo Presidente de Haití Claude Joseph espera acelerar el proceso de vacunación. Obviamente ya sin contradecir a la poderosa OMS.
Recordemos que este ente global es controlado en la práctica por Bill Gates. Casualmente los 3 presidentes que se han atrevido a contradecir a esta agencia internacional han fallecido en los últimos meses. Hablo del Presidente de Tanzania Magufuli quien falleció en marzo pasado. Magufuli expulsó a la delegación de la OMS de su país. El Presidente de Burundi Pierre Nkurunziza expulsó en mayo a los delegados de la OMS y falleció a principios de junio.
En redes sociales está altamente penado y sancionado contradecir de forma pública las directrices de la OMS. Salir de este guión en Youtube puede implicar la eliminación del canal.
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El filósofo francés Voltaire decía que si quieres saber quién te controla averigua a quien no puedes criticar o cuestionar. Y todo parece indicar que en este mundo está estrictamente prohibido contradecir a la OMS. Si lo haces en las redes te borran el canal. Si lo haces desde el poder público puedes amanecer sin vida.