Respuestas a dos artículos que Diario Libre se negó a publicar irrespetando el derecho a réplica
La propuesta hecha por Eduardo García Michel y respaldada por Manuel García Arévalo en sendos artículos publicados en este importante matutino los días 19 y 28 del pasado mes de enero, titulados “Loor a la Resistencia” y Preservemos la Memoria Histórica”, solicitando al gobierno declarar el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana patrimonio histórico nacional, en ocasión de conmemorarse el próximo 30 de mayo el 60 aniversario del ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina, es totalmente inaceptable, ya que con ella se pretende reconocer una institución secuestrada por un grupo de personas que han actuado de espalda a la ley con el único propósito de hurtar un patrimonio histórico y cultural del pueblo dominicano.
El señor García Arévalo, no así Eduardo García Michel, conoce muy bien la historia de los que he llamado falsificadores de la firma de Dios. Está bien actualizado de la trama que construyó un sector minoritario de la Federación de Fundaciones Patrióticas para finalmente alzarse con el santo y la limosna apoderándose de manera ilícita de esa entidad creada por el expresidente Leonel Fernández días antes de concluir su tercer mandato.
Sabe muy bien que la directora del Museo, Luisa de Peña, fue nombrada en ese puesto por la Federación de Fundaciones Patrióticas, organización propietaria del Museo según el decreto 404-11, y que esta señora, tan pronto ocupó esa posición se trazó la meta de apropiarse de esa propiedad del pueblo dominicano dividiendo la Federación en complicidad con otros individuos muy allegados a usted, como su esposa Francis Pou, quien usurpando poder de representación a nombre de la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, voto en una Asamblea a favor de la disolución de la referida Federación sin estar autorizada por la referida fundación.
Conoce usted más que nadie, Señor Arévalo, que la señora Luisa de Peña, se dio a la tarea de enrolar a otras personalidades vinculadas a la Federación mediante ofrecimiento de posiciones administrativas en el Museo, para ir creando una dependencia económica y política de ellas, como finalmente lo logró.
Comprometiendo en la conjura a expertos juristas artífices de las malas prácticas en los tribunales, destacados “jurisconsultos (as)” que se prestaron a “legitimar” lo ilegal, engañando incluso al Ministerio Público con falsas escrituras de resoluciones surgidas en asambleas ilícitas y convocadas sin el conocimiento de quienes debían estar presente por condición de fundadores de la Federación y del Museo.
Y para refrescarle la memoria, señor García Arévalo, usted más que nadie conoce que la directora del Museo y sus cómplices no sólo llegaron al extremo de pretender disolver la Federación y desconocer el susodicho decreto, sino que se apoderaron de los bienes muebles, piezas y objetos históricos, documentos, prendas, que fueron en vida de héroes y mártires, los cuales fueron depositados por sus familiares bajo la garantía que le ofrecía la Federación y las personalidades que integraban el Patronato designado en el Decreto.
Ahora, señor Arévalo, que están con el agua al cuello, están recurriendo a voceros como usted, para que se ocupen de tratar de limpiar la imagen de un museo que está en la caridad pública, buscando desesperadamente que el gobierno, le regale ese patrimonio cultural y lo premie aportándole $40 millones anuales, como lo lograron con la pasada administración, que haciendo uso de sus tóxicas prácticas administrativas desconoció un fallo de un tribunal que embargaba la entrega de esos $40 millones anuales a través del Ministerio de Educación, ordenando al pasado Ministro de Educación Antonio Peña Mirabal a entregarle los valores, que se encuentran de nuevo embargados.
Señor Arévalo usted sabe que el Museo hoy agoniza, se siente acosado por múltiples demandas de empleados despedidos sin pago de sus prestaciones, con deudas millonarias de electricidad, y con entidades financieras con las cuales no han podido cumplir sus compromisos adeudados.
Es importante, señor Arévalo precisarle que los culpables de la crisis económicas y de la imagen que afecta al Museo, son ellos, además son los únicos responsables por no obtemperar a nuestros llamados y advertencia de que debían rectificar sus errores sólo motivados en la ambición, la desidia y el odio.
Pero no piense usted, señor Arévalo, que los que mantenemos esta resistencia contra el Museo nos interesa su desaparición. Conocedores de su importancia y su papel en la defensa de la memoria histórica, le hemos propuesto al Presidente de la República por vía del Consultor Jurídico Antoliano Peralta Romero, el Ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza y la Ministra de Cultura que el Museo pase al Ministerio de Cultura, con la salvedad de que sea administrado por nuevos funcionarios con la presencia y supervigilancia honorifica de la Federación de Fundaciones Patrióticas.
Finalmente, como ustedes pueden observar, la Federación de Fundaciones Patrióticas no se puede prestar a apoyar una propuesta, (hecha de manera sana por García Michel y respaldada por usted), en reconocimiento a un museo que ha sido secuestrado en detrimento del Estado Dominicano y de la memoria histórica. No y mil veces no. A nosotros lo que más nos sobra es dignidad y decoro. Apoyar una iniciativa como esa, nos convertiría en cómplices de los que han hecho todas las malas prácticas jurídicas para apoderarse de ese patrimonio cultural del pueblo dominicano. Si el gobierno, conociendo esta historia acepta su propuesta sólo nos restaría decir, de qué cambio fue que hablamos.
Señor Arévalo usted sabe que el Museo hoy agoniza, se siente acosado por múltiples demandas de empleados despedidos sin pago de sus prestaciones, con deudas millonarias de electricidad, y con entidades financieras con las cuales no han podido cumplir sus compromisos adeudados.