Creen utilizaría recursos del Ayuntamiento de Los Alcarrizos para esta acción personal.

 

SANTO DOMINGO OESTE (INFOREALIDAD).- Los Residentes de las casas y apartamentos de Alameda Oeste, Pueblo Chico y San Miguel, siguen indignados por la restricción del paso de manera arbitraria  por dos calles (calle Almendra y calle Cajuil)  que desde hace más de 20 años son utilizadas para el acceso  a la Prolongación 27 de Febrero y viceversa. Los “dueños de la calle”,  cerraron el paso por su vecindad, alegando falta de seguridad, provocando esto que los demás residentes y propietarios tengan que desplazarse hasta 3 kilómetros para poder salir hacia la avenida, sostienen.

Barra lateral, alambres de trinchera, reductores de velocidad y pincha gomas fueron colocados en esta calle para su cierre.

 

El alcalde Junior Santos mandó a levantar un muro para cerrar esta otra vía.

 

Estos Residentes están desesperados porque desde el Miércoles 20 de Marzo se cerró de manera definitiva la calle Almendra, vía de acceso hacia la prolongación 27, colocando un amarre de trinchera al  brazo electrónico que fue colocado de manera Ilegal, ya que esta calle es de tránsito público y no privado según está establecido en la ley de tránsito, y dicho cierre viola la resolución previamente emitida por el ayuntamiento.

Juntas Vecinos y moradores de Alameda Oeste protestan frente al Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste.

Afirman que el caso fue reportado de manera formal ante el  ayuntamiento de esa demarcación,  el cual ha hecho caso omiso a las personas afectadas y ahora mismo está en manos de la justicia.

Las líneas color verde indican el trayecto del acceso hacia la Prolongación 27 de Febrero, que por más de 20 años tuvieron los moradores de Alameda Oeste.¿Cómo inició todo?

Todo inició hace aproximadamente un año, cuando el alcalde de  Los Alcarrizos, Junior Santos, al mudarse en esta zona de Alameda Oeste, decidió colocar un brazo electrónico y cientos de pilotillos reductores de velocidad en la calle Almendra  y subir un muro en la Calle Cajuil, cerrándola por completo, de manera arbitraria y sin previa notificación y consenso, hecho que indignó a los residentes.