SANTO DOMINGO, R.D.(LD / ED).- En los últimos años se ha incrementado la ingesta de estimulantes sexuales en los jóvenes, mezclados en algunas ocasiones con bebidas energizantes, con alcohol, o por ingerir directamente supuestos afrodisíacos como “la piedra china”. La sumatoria arroja un total de 8 jóvenes muertos.
Sin embargo, el uso de estimulantes sexuales se convierte en un problema cuando jóvenes que no los necesitan los utilizan de manera indiscriminada con el deseo de tener experiencias sexuales prolongadas e intensas, y sentir que poseen el control en un encuentro erótico, en el que aspiran a dominar el escenario sexual.
Para algunos, conseguirlo puede ser difícil, ya que se excitan y eyaculan en el momento menos indicado, llevándolos a auxiliarse de estimulantes sexuales que les permitan aumentar el tiempo del coito. Pero esos fármacos, al tener una venta poco controlada, tienen como principales usuarios a jóvenes con edades entre 20 y 35 años.
El caso más reciente se registró en Baní, provincia Peravia, el domingo 2 de julio recién pasado, siendo la víctima un joven de 21 años. Todos los indicios del equipo médico indican que Francis Daniel Agramonte buscaba el suicidio. En este mismo año, el 11 de febrero, se informó que un médico veterinario murió en Mao, provincia Valverde, y según las autoridades su deceso se produjo por un infarto por el uso de un estimulante sexual.
Lo identificaron como Francisco Antonio Pilarte, cuyo cuerpo fue hallado sobre su cama. “La fiscal Joselín Checo dijo que al lado del cadáver se encontró un sobre de cuatro capsulas de estimulante sexual con una sola pastilla de 100 miligramos”, indica una nota periodística de la fecha.
En diciembre de 2015 perdió la vida Edward Osiris Hernández, encontrado muerto en el sector La Malena, en el municipio Boca Chica. La razón, según las autoridades, fue la mezcla de un estimulante sexual y alcohol. “Según los datos recabados, el fallecido había sostenido una discusión con su pareja sentimental, por lo que decidió ingerir estos elementos”, dice una nota periodística del momento.
Otro caso similar es el de un estadounidense de 25 años que murió en una cabaña de Cotuí, en Sánchez Ramírez, el 28 de diciembre de 2015 mientras se encontraba en compañía de una mujer. Un amigo de Irving Antonio Núñez, y quien estaba en la misma cabaña con otra mujer, dijo que antes de llegar al lugar estuvieron tomando bebidas alcohólicas en varias discotecas de Fantino y de Cotuí.
En el año 2014, en Santiago, murió Lucio Lami Vélez, de 41 años, quien según las autoridades falleció en un motel luego de tomar varias pastillas que estimulan sexualmente. Su idea, según las versiones recogidas en aquel momento, eran “impresionar a una mujer”.
Además, señaló que no solamente los estimulantes provocan daños en la salud sexual de los hombres, sino el uso de drogas sicoactivas como las anfetaminas. “Son sustancias para mantenerse despiertos y activos y de paso la mezclan con potenciadores, lo que podría provocarles paro cardíaco y derrame cerebral”, dijo el médico.
También podrían sufrir priapismo, que es una erección prolongada, indeseada y dolorosa, ya que esas sustancias provocan un estímulo fuera de lo normal.
Advirtió que todo esto provocaría daños irreversibles en el órgano sexual masculino, porque esa alteración le quita el oxígeno a los tejidos y para bajar esa rigidez el urólogo tendría que hacerle una operación quirúrgica, que no garantiza volver a tener una erección normal.
Además, las autoridades han reportado muertes vinculadas al abuso de esas sustancias.
La sexóloga y directora del Centro Vida y Familia, Ana Simó, afirmó que aunque los estimulantes sexuales son recomendados cuando el paciente pierde la erección por edad avanzada o una enfermedad, lo ideal es que sea indicado por un especialista.